lunes, 27 de septiembre de 2010

EL BUEN AMOR Y NADA HEMOS HECHO

Estos dos poemas de la autoría de Mary Soto, nuestra Directora ,pertenecen a su libro inédito de poesía LOS CUMPAS y al libro de Poesía LIMPIOS DE TIEMPO (Arteidea , 1998), respectivamente y han sido publicados recientemente por el poeta Julio Carmona en  A nivel de la arcilla...

EL BUEN AMOR

“¿Dónde carajo queda
el buen amor?”
ahora que recuerdo
a los que se
fueron
ahora que pese a
mi optimismo vigilante
a las semillas
que empuño con las manos.

Ahora que me pregunto
por la estrella pobre
del futuro
y que pienso
en los que se fueron
en sus brazos arrancados
en sus uñas despedazadas
en la picana
en sus lenguas y
sus flores
en la lejanía de la
oscura playa donde
pretendieron encerrar
tu lado izquierdo
por treinta años
me pregunto
casi como un ruego
oración de estas noches
largas y solas
café de todas las mañanas
para seguir construyendo barricadas.

Me pregunto
“¿dónde carajo está el buen amor?”
sólo tus ojos chinos
me responden
acá dentro de tu rabia
en las gotas de rocío
dónde quedaron incólumes los cantos
en tus puños compañera
la última trinchera de los cumpas.


NADA HEMOS HECHO

Cogí a mi hijo señor y dije a ese viento que atravesó mi cara
no me asustes taita que nada te estoy haciendo
corrimos por la quebrada asustados de tanto ruido
mi wawa lloraba en mi pecho
no sé si de susto o de hambre

Cogí señor a mi hijo y por la ladera me fui temblando
lo que allí quedaba era de miedo y tenía la boca enmudecida
lo que más me dolía era el estómago
pero lo apreté fuerte y le dije al viento taita déjame pasar
que yo nada te estoy haciendo

Corrí lejos por el agua y por las piedras
por las piedras y los matorrales
espinas en mis pies
sudor en mi frente
mi wawita llorando todo el tiempo

No sé si volveré algún día taita le dije al viento
no sé si subiré otra vez por los eucaliptos
ahora sólo humo
ahora sólo muerte

Cogí a mi hijo señor
Y ahora esta arena se me mete por los ojos
nada he hecho yo
sólo salir corriendo
sin mirar para atrás porque daba miedo

Taita viento tú lo sabes
ahora mi pueblo no tiene nombre
la chicha no fermenta
y hasta el polvo ha perdido el camino de regreso
sólo dos cruces quedan tiradas en la acequia

Wawita palomita
pedacito de mi corazón
ese fue nuestro pueblo
color de luz olor de agua
ahora en esta arena negra
que nada sabe de nosotros
regaré con mi agüita salada
los capullos que crecen de tus brazos

Nada hemos hecho señor
sólo un techo pido
para que mi hijo pueda cubrirse del sol
para que la pesadilla
hasta esta tierra negra
no lo siga